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  • Watch Online / Celos (1914)



    Desc: Celos: Jules Leroux, un rico anhelante, vivía en París con sus tres hijas, Alice, Jeanne y Helen. Alice estaba comprometida para casarse con Robert Durand, pero debido a que su padre perdió la mayor parte de su dinero en una quiebra bancaria, su prometido rompió el compromiso. Leroux se vio obligado a retirarse a su finca, donde fijó su residencia con las tres muchachas. Un día, mientras Helena estaba de paseo a caballo, se encontró con el marqués de la Tour, quien quedó prendado de su belleza. Buscó una presentación para ella y después de un breve noviazgo, logró ganársela. La buena suerte de Helen sólo sirvió para despertar punzadas de celos en su hermana Alice, que había sido abandonada. Por esta época, un joven noble, Raoul de Gordes, se convirtió en un visitante frecuente de la casa de Leroux y rindió homenaje a las hermanas solteras, Jeanne y Alice. Pero los encantos del primero poco a poco le fueron conquistando y cayó víctima de las artimañas de Cupido. Juana favoreció su demanda y le escribió a su padre pidiéndole su consentimiento para casarse. Pero como su carta no decía a qué hermana se refería, Leroux supuso que era Alice, que era la mayor, y en consecuencia le mostró la carta y le ofreció su bendición. Sin embargo, reinó la consternación cuando llegó De Gordes y afirmó que era Jeanne a quien dirigía sus atenciones. Entonces Alicia se enfureció y en secreto juró venganza. Cuando Jeanne y su marido regresaron de su luna de miel, sucedió que Leroux fue repentinamente llamado a París. Le pidió a Jeanne que aceptara que Alice viviera con ella hasta su regreso, a lo que ella accedió con entusiasmo. Cuando llegó Alice, le dieron un cordial saludo. Al pasar por el invernadero, el marido de Jeanne señaló a las hermanas un árbol venenoso, cuya savia se consideraba muy mortífera. Alice mostró un interés peculiar en el árbol. Poco después, Jeanne sufrió repentinamente una enfermedad misteriosa y, a pesar de todos los esfuerzos del médico, poco a poco empeoró. Un día, mientras estaba en los jardines, De Gordes vio a Alice entrar cautelosamente al invernadero y la siguió. Al observarla, la vio extraer un poco de jugo del árbol venenoso y de repente se dio cuenta de sus intenciones. Él confió sus sospechas a su padre y al médico y ellos decidieron atraparla en su nefasto trabajo. Cuando la acusaron de malas intenciones, ella se rió de sus acusaciones y bebió el contenido de una pequeña ampolla que tenía, para demostrar su inocencia. Esto pareció satisfacerlos y pasó a otra habitación. Pero el veneno mortal que había tomado comenzó a hacer efecto. Escribió su confesión y envió a un sirviente con ella a su padre. Llamó apresuradamente a De Gordes y al médico y la siguió hasta el conservatorio, pero llegó justo cuando ella había pasado a la eternidad. El misterio se resolvió y Jeanne se recuperó. Pero nunca supo el secreto de la trágica muerte de su hermana ni su propio escape por los pelos..